sábado, 6 de septiembre de 2014

Volver

Detesto tener que volver, caminar por las calles en las que nunca me reconocí, que no pueda llevarme conmigo todo lo que me pertenece, lo que me hace sentirme yo.
Ya no tengo ningún compromiso, nada me obliga a venir, más que ese lazo sanguíneo del que a veces desearía desprenderme. 
Necesito un lugar donde ser yo, dónde aprender a conocerme, dónde estar conmigo sin sentirme sola. 
Pero siempre vuelvo, ya no sé a qué o por qué. Cada vez que regreso a este lugar, me siento como siempre que tuve que permanecer aquí, completamente fuera de lugar, incómoda, triste, con ganas de salir corriendo y no tener que volver nunca.