domingo, 31 de julio de 2011

Los Beatles se equivocan.

No todo lo que necesitas es amor...de hecho creo que éste es lo menos importante.

Hay una serie de factores que las mujeres consideran para elegir una pareja "formal"; y a diferencia de lo que muchos puedan creer entre los principales no se encuentra el amor, al contrario, suele dejarse para el final.

Obviamente una mujer piensa en; bueno, en realidad no sé en que piensan, pero desean.

Lo principal es que el sujeto en cuestión tenga:

  • Empleo; hay que recordar que la mujer es una especie de inversión.
  • Automóvil; movilidad y por supuesto que los hace ver más guapos.
  • Ropa; que se vista adecuadamente para cada ocasión.
  • Caballeroso; esto es importante, no importa cuan dependientes quiera parecer, una mujer adora la caballerosidad.
  • Físico; el tamaño sí importa, en serio. 
  • Amor; o sea, ya al final el requisito es -ah, y que me quiera-
No está basado en algún estudio, sólo son cosas que escucho de amigas, conocidas y desconocidas. No trato de evidenciar a nadie, ni quiero decir que todas las mujeres piensen igual; sólo me parece un tanto curioso que el orden sea así.

Los matrimonios arreglados funcionaban, justo por que estaban hechos a conveniencia de las personas y así lograr subsistir. Los cuales no difieren mucho de los matrimonios actuales.

Uno siempre cree que cuando quieres estar con alguien lo único que se necesita es amor, y listo. Pero no es cierto, he visto muchas parejas que se aman, pero que no pueden estar juntas por miles de razones, una de las principales es el factor económico. Podrán decir que el amor es el motor del mundo y que alimenta el alma y un montón de cosas, pero el amor no compra unas entradas al cine, no te compra ropa o zapatos. El amor no es comestible, ni paga el alquiler de un apartamento. Tal vez algunos mueran por amor, pero definitivamente no se puede vivir de amor.


jueves, 28 de julio de 2011

Tiempo inexistente.

No tengo tiempo para preocuparme por lo que no existe. 
Escucho la angustia en voz de mis amigos cuando hablan sobre todo aquello que hacen ahora, para garantizar lo que harán en 5 años. Hablan de estabilidad económica, emocional. Establecerse en una casa, en un trabajo, con una persona. Y yo ni siquiera sé que voy a hacer mañana.

No creo en el futuro; no porque sea una persona pesimista, o porque sea de los que creen que hay que vivir todos los días como si fuera el último. Simplemente considero que de lo único que se puede tener certeza es del presente, del tiempo en el que estamos viviendo. 

Desde pequeños se nos educa para vivir en el futuro, y toda la vida nos la pasamos haciendo planes que nunca llevamos a cabo. Vivimos en el futuro, en lo que haremos mañana, la siguiente semana, en un mes en un año. Tratamos de consolarnos con el hecho de que en un futuro sí podremos hacer todo aquello que no podemos hacer ahora. No podemos hacerlo porque estamos preparándolo, para que después sea mejor.

Sí hago planes, pero sólo si son inmediatos. Yo de niña quería ser astronauta, en la pubertad abogada, en la adolescencia socióloga, luego antropóloga y filósofa. Terminé estudiando Ciencias de la Comunicación y me encanta. La mayoría de las decisiones que tomo son inmediatas.

No juzgo a quien quiera asegurar su futuro. Pero a mí no me engañan

                                     EL FUTURO NO EXISTE.

jueves, 21 de julio de 2011

Jamás seré comunista... y anarquista menos.


Hasta hace un tiempo trabajaba en la tienda de mis tíos sólo los domingos; no es que necesitara el dinero, pero prefería trabajar que pasar los domingos aburrida en casa. El trabajo era sencillo sólo tenia que cobrar, despachar algunos productos de salchichonería, mantener todo en orden, lidiar con personas... fue allí dónde conocí a quién denominaré como "El punk" y desde la primera vez que lo ví me gustó. Recuerdo muy bien que llevaba puesto ése día: pantalón negro, camiseta de un grupo punk que descoznoco, chaleco negro con el cuello estampado de leopardo, cargaba una guitarra rosa e iba con unos amigos que eran como "darks". Todos iban borrachos a comprar cervezas. 

Después me enteré por mi tío que iban regularmente, así que cada domingo esperaba a que fuera a la tienda. Y sí iba con su amigo, aunque al principió ni siquiera volteaba a verme; hasta que cierta vez él y su amigo trataron de venderme el póster de una película, que se habían robado de un parabús, para poder comprar más cerveza; pero yo ni tenia dinero, ni quería comprar el póster. Fue así como empezaron a hablarme; aunque creo que yo le gustaba a su amigo porque a veces iba a buscarme. "El Punk" tenía novia, claro que el hecho de que un chico tenga novia nunca ha sido impedimento para mí.

Un día llegó a ofrecerme no sé que producto que vendía en los camiones porque no le alcanzaba para comprar una cerveza, así que accedí y a cambio me regaló un disco de una banda dónde él tocaba la guitarra y su hermano el bajo, una banda por supuesto muy punk.

En fin, no sé como fue que un día acordamos "salir". Ibamos a ir a beber a C.U, pero ya no fuimos porque estaba lloviendo y preferimos quedarnos en el lugar dónde yo rentaba. Y sí nos embrigamos y tuvimos sexo salvaje; muy buen sexo por cierto, (voy a omitir detalles porque ésto no es un relato erótico). Ese día incluso tuve que pedirle a mi roomate que llegara más tarde de lo habitual.

Recuerdo que me ponía música muy punk y cantaba con su voz aguardientosa, puso un par de canciones para mí, nos terminamos el alcohol y luego llegó mi roomate. Lo invité a cenar. Mi amiga y yo decidimos hacer sopa de sobre, instantanea claro; no me iba a poner cocinar en serio para él. La sopa era de las princesas de Disney y de repente ella y yo nos pusimos a conversar sobre las fuguras que traía la sopa. Cabe destacar que él era tan punk que ni siquiera bebía refresco porque no quería ser oprimido por el sistema capitalista, o algo así.

Teníamos una parrila electrica que justo en ese momento se descompuso y no supimos que hacer, claro que él siendo todo un hombre, nos dijo que no nos preocuparamos, que iba a arreglarla. Mientras la arreglaba nos hizo una pregunta que me pareció de lo más extraña - ¿Qué, nunca han estado en la sierra? - a lo que mi amiga respondió -No, es que somos chicas de ciudad-. Su pregunta no tenía lógica, era una parrilla electrica, no sé si en la sierra tengan luz. Mi amiga tenía razón, soy una chica citadina.

Mientras comíamos, él nos platicaba sobre su banda, la lucha anti-capitalista y el consumismo y blah, blah, blah. A mí si me gusta la música punk, pero no comparto la ideología, no estamos en los 70's.

Terminamos de comer y me dio frío así que se me ocurrió ponerme unas calcetas, calcetas rosas con estampado de Hello Kitty, no voy a olvidar su cara cuando me vió ponerme las calcetas, mientras mi amiga halagaba el lindo estampado.

Obviamente no sé quedó a dormir, incluso llegué a creer que después de tanto capitalismo voraz y consumismo de productos dirigidos a fomentar un rol social establecido para la mujer, no volvería a verlo jamás. 

Posteriormente salimos algunas veces. Me regaló una pulsera que él había hecho, la cuál me pusó ajustandola con los dientes, bebíamos el alcohol más barato, nos embriagabamos con traileros, cogimos en el baño de una pulkata, quería que me hiciera rastas y que su hermano me hiciera un tatuaje igual al suyo, me corrieron de mi trabajo por regalarle cervezas y beberlas con él,  quería llevarme a conocer a su abuela, teníamos sexo excelente...  pero no funcionó, él seguía con su novia y yo no me imaginaba en una relación con él.

No sé si sólo a mí me parece divertido, pero siempre que lo cuento no puedo evitar reírme. Será que recuerdo la forma en que hablaba al dar su discurso; (con su voz aguardientosa), sobre el capitalismo aunque admitió nunca haber leído a Marx, o cuando hablaba sobre su intento de ser vegetariano y descubrió que le gustaba mucho la carne, o que su única pasión en la vida y su máximo orgullo era su banda de punk.

Inevitablemente me siento atraída por ésta clase de chicos: tatuados, con perforaciones, vagos, delincuentes, hindúes, alcoholicos, drogadictos y hasta ex-presidiarios, por alguna extraña y estúpida razón termino involucrandome con éste tipo de hombres. He considerado incluso cambiar mis gustos. ¡Debería darme vergüenza!. Pero pues no.

sábado, 2 de julio de 2011

Cucarachas

¿Sabes como llegan las cucarachas a una casa?

No, nadie sabe. Simplemente un día te das cuenta de que están ahí, y que tu ineptitud para limpiar tu estancia es la que las hace permanecer en ese lugar por largo tiempo, reproduciéndose. 

Soy de las que creen que limpiando su cuarto, limpiarán su vida, que con esa simple acción, en una noche,  terminará por alejar a las cucarachas; y no es cierto, una vez que dejas que entren ahí se quedan, no se van a ir nunca, puedes pisar algunas, envenenar muchas otras, pero siguen, permanecen a la espera. Esperan que te descuides, que apagues la luz, que estés vulnerable para aparecer de nuevo, para recordarte toda la suciedad que has acumulado en tu vida, para recordarte que toda esa basura que tu llamas “recuerdos” no sirven para nada. Un cumulo de inutilidad infestado por uno de los más detestables insectos.

Así es como mi vida terminó llena de cucarachas. 
Así fue como no terminé de fumarme un cigarro, que no lo dejé consumirse por completo. Así descubrí que también tengo esa inhabilidad para no concluir lo que he empezado, y en mi desesperación por que terminé de emanar humo le aventé un escupitajo encima, y después boté las cenizas en casa del vecino.

Hoy me deshice de un par de botas que nunca usé, y que no sé porque insistí en guardar, no podía usarlas, eran demasiado pequeñas, pero me gustaban, me gustaba saber que estaban ahí, aunque supiera que no podría cortarme un dedo del pie porque perdería el equilibrio y no podría caminar con ellas, ahora sólo me falta deshacerme del 99.99% de cosas inútiles que creo poseer.

Las cucarachas me dan miedo, pueden meterse en cualquier rincón, están por todas partes sin que puedas mirarlas, sin que te des cuenta que están ahí. Y son horribles, enormes, asquerosas, rastreras, se escabullen con facilidad. Y te muestran que algo tan pequeño, puede asustarte. Pero no son un algo, son muchas, demasiadas, jamás puedes erradicarlas, pero sí fomentar su aparición.

Yo aprendí a matar hormigas en Roma, pero aquí no estamos en Roma y a las hormigas no les interesa meterse a mi cuarto, no hay nada útil en él; pero a las cucarachas les encantan las cosas inútiles, por eso estoy infestada de ellas, por eso duermen conmigo, me demuestran todo lo inútil que soy:  Inútil para limpiar mi cuarto,  para tocar la guitarra, para leer, para usar zapatos bonitos, para ordenar mi vida. 

Quisiera ser las cucarachas y no la basura.


Que bonitas metáforas nos pone la pinche vida enfrente, y yo insisto en odiar las metáforas.