jueves, 28 de julio de 2011

Tiempo inexistente.

No tengo tiempo para preocuparme por lo que no existe. 
Escucho la angustia en voz de mis amigos cuando hablan sobre todo aquello que hacen ahora, para garantizar lo que harán en 5 años. Hablan de estabilidad económica, emocional. Establecerse en una casa, en un trabajo, con una persona. Y yo ni siquiera sé que voy a hacer mañana.

No creo en el futuro; no porque sea una persona pesimista, o porque sea de los que creen que hay que vivir todos los días como si fuera el último. Simplemente considero que de lo único que se puede tener certeza es del presente, del tiempo en el que estamos viviendo. 

Desde pequeños se nos educa para vivir en el futuro, y toda la vida nos la pasamos haciendo planes que nunca llevamos a cabo. Vivimos en el futuro, en lo que haremos mañana, la siguiente semana, en un mes en un año. Tratamos de consolarnos con el hecho de que en un futuro sí podremos hacer todo aquello que no podemos hacer ahora. No podemos hacerlo porque estamos preparándolo, para que después sea mejor.

Sí hago planes, pero sólo si son inmediatos. Yo de niña quería ser astronauta, en la pubertad abogada, en la adolescencia socióloga, luego antropóloga y filósofa. Terminé estudiando Ciencias de la Comunicación y me encanta. La mayoría de las decisiones que tomo son inmediatas.

No juzgo a quien quiera asegurar su futuro. Pero a mí no me engañan

                                     EL FUTURO NO EXISTE.

1 comentario:

  1. Y sigo sin entender por qué la gente cree que es necesario el Futuro-como-horizonte o un Proyecto para vivir. Mñe! Típico del pensamiento occidental.

    ResponderEliminar