jueves, 21 de julio de 2011

Jamás seré comunista... y anarquista menos.


Hasta hace un tiempo trabajaba en la tienda de mis tíos sólo los domingos; no es que necesitara el dinero, pero prefería trabajar que pasar los domingos aburrida en casa. El trabajo era sencillo sólo tenia que cobrar, despachar algunos productos de salchichonería, mantener todo en orden, lidiar con personas... fue allí dónde conocí a quién denominaré como "El punk" y desde la primera vez que lo ví me gustó. Recuerdo muy bien que llevaba puesto ése día: pantalón negro, camiseta de un grupo punk que descoznoco, chaleco negro con el cuello estampado de leopardo, cargaba una guitarra rosa e iba con unos amigos que eran como "darks". Todos iban borrachos a comprar cervezas. 

Después me enteré por mi tío que iban regularmente, así que cada domingo esperaba a que fuera a la tienda. Y sí iba con su amigo, aunque al principió ni siquiera volteaba a verme; hasta que cierta vez él y su amigo trataron de venderme el póster de una película, que se habían robado de un parabús, para poder comprar más cerveza; pero yo ni tenia dinero, ni quería comprar el póster. Fue así como empezaron a hablarme; aunque creo que yo le gustaba a su amigo porque a veces iba a buscarme. "El Punk" tenía novia, claro que el hecho de que un chico tenga novia nunca ha sido impedimento para mí.

Un día llegó a ofrecerme no sé que producto que vendía en los camiones porque no le alcanzaba para comprar una cerveza, así que accedí y a cambio me regaló un disco de una banda dónde él tocaba la guitarra y su hermano el bajo, una banda por supuesto muy punk.

En fin, no sé como fue que un día acordamos "salir". Ibamos a ir a beber a C.U, pero ya no fuimos porque estaba lloviendo y preferimos quedarnos en el lugar dónde yo rentaba. Y sí nos embrigamos y tuvimos sexo salvaje; muy buen sexo por cierto, (voy a omitir detalles porque ésto no es un relato erótico). Ese día incluso tuve que pedirle a mi roomate que llegara más tarde de lo habitual.

Recuerdo que me ponía música muy punk y cantaba con su voz aguardientosa, puso un par de canciones para mí, nos terminamos el alcohol y luego llegó mi roomate. Lo invité a cenar. Mi amiga y yo decidimos hacer sopa de sobre, instantanea claro; no me iba a poner cocinar en serio para él. La sopa era de las princesas de Disney y de repente ella y yo nos pusimos a conversar sobre las fuguras que traía la sopa. Cabe destacar que él era tan punk que ni siquiera bebía refresco porque no quería ser oprimido por el sistema capitalista, o algo así.

Teníamos una parrila electrica que justo en ese momento se descompuso y no supimos que hacer, claro que él siendo todo un hombre, nos dijo que no nos preocuparamos, que iba a arreglarla. Mientras la arreglaba nos hizo una pregunta que me pareció de lo más extraña - ¿Qué, nunca han estado en la sierra? - a lo que mi amiga respondió -No, es que somos chicas de ciudad-. Su pregunta no tenía lógica, era una parrilla electrica, no sé si en la sierra tengan luz. Mi amiga tenía razón, soy una chica citadina.

Mientras comíamos, él nos platicaba sobre su banda, la lucha anti-capitalista y el consumismo y blah, blah, blah. A mí si me gusta la música punk, pero no comparto la ideología, no estamos en los 70's.

Terminamos de comer y me dio frío así que se me ocurrió ponerme unas calcetas, calcetas rosas con estampado de Hello Kitty, no voy a olvidar su cara cuando me vió ponerme las calcetas, mientras mi amiga halagaba el lindo estampado.

Obviamente no sé quedó a dormir, incluso llegué a creer que después de tanto capitalismo voraz y consumismo de productos dirigidos a fomentar un rol social establecido para la mujer, no volvería a verlo jamás. 

Posteriormente salimos algunas veces. Me regaló una pulsera que él había hecho, la cuál me pusó ajustandola con los dientes, bebíamos el alcohol más barato, nos embriagabamos con traileros, cogimos en el baño de una pulkata, quería que me hiciera rastas y que su hermano me hiciera un tatuaje igual al suyo, me corrieron de mi trabajo por regalarle cervezas y beberlas con él,  quería llevarme a conocer a su abuela, teníamos sexo excelente...  pero no funcionó, él seguía con su novia y yo no me imaginaba en una relación con él.

No sé si sólo a mí me parece divertido, pero siempre que lo cuento no puedo evitar reírme. Será que recuerdo la forma en que hablaba al dar su discurso; (con su voz aguardientosa), sobre el capitalismo aunque admitió nunca haber leído a Marx, o cuando hablaba sobre su intento de ser vegetariano y descubrió que le gustaba mucho la carne, o que su única pasión en la vida y su máximo orgullo era su banda de punk.

Inevitablemente me siento atraída por ésta clase de chicos: tatuados, con perforaciones, vagos, delincuentes, hindúes, alcoholicos, drogadictos y hasta ex-presidiarios, por alguna extraña y estúpida razón termino involucrandome con éste tipo de hombres. He considerado incluso cambiar mis gustos. ¡Debería darme vergüenza!. Pero pues no.

1 comentario:

  1. "claro que el hecho de que un chico tenga novia nunca ha sido impedimento para mí" #Master

    ResponderEliminar